domingo, 3 de marzo de 2013

Página 7

De la amistad y todos sus mundos

Amigos. Conocer gente, tener más o menos relación con esa gente, intimar con algunos, ir ganando confianza, que unos cuantos se vayan, otros se queden, e incluso que un grupo muy pequeño se convierta en parte fundamental de tu día a día: todo es parte de nuestra vida. Muy pocas veces confiamos tanto en otro como para contárselo absolutamente todo, no tener secretos; pero si hay alguien con quien podamos tener una relación así, una de dos: o es tu novio o novia, o es tu amigo. Y como por Occidente eso de la poligamia no se lleva mucho, es muy importante cuidar a todos y cada uno de los amigos con los que sentimos que podemos ser nosotros mismo al cien por cien, con los que nos podemos 'desnudar' sin miedo a que nos juzguen por lo que vean.

Pero la amistad, a la vez que es tan importante, es complicada. La mayoría hemos pasado por alguna pelea, y si no, por la pérdida de un amigo, ya sea por cualquier motivo que conozcamos, o quizás sin ninguna razón en particular, simplemente con el paso del tiempo. Pero con los años he aprendido una cosa: los amigos que lo son de verdad, y que realmente tienen que estar ahí contigo, van a acabar estando a tu lado, dé las vueltas que dé la vida. O al menos así me ha pasado a mí. Por el camino también he perdido algún que otro amigo que era importantísimo para mí, pero eso no quiere decir que fuera mejor o peor que otros: yo elijo quedarme con las cosas buenas, lo que me ha aportado esa amistad. Hacer otra cosa, además de poco inteligente, sería como insultar lo bueno que me ha dado esa relación.

Y es que, al fin y al cabo, la amistad es como cualquier otra relación: por un lado tú le entregas al otro una parte de ti, recibe algo bueno, y por otro tú también recibes cosas de él. No es nada egoísta, es simplemente lo bueno de la amistad, lo que le da sentido: que las dos personas que la forman son felices con ella. El amor no es tan distinto de esto, yo diría que incluso solo hay un escalón entre ellos; un escalón alto y que cambia muchas cosas, pero solamente uno. Digamos que, según lo veo, tener un novio sería como tener un amigo al que quieres de una forma un poco distinta, con el que puedes ser tú sin ningún miedo y que además de parecerte que está bueno o atraerte (que esto último también puede pasarte con un amigo), despierta en ti unas incontrolables ganas de pasarte toda la noche abrazado a él (y otras cosas que no procede que yo las mencione aquí, que la imaginación de cada uno vuele). Eso sí, un consejo que parece obvio, pero es de verdad para tenerlo en cuenta: nunca mezcléis amor y amistad.

Con las cosas más importantes de nuestra vida es normal que suframos, y la amistad tampoco está exenta de malos ratos. Pero los amigos de verdad van a estar ahí cuando te vayas a caer, igualmente que tú vas a estar para ellos cuando más te necesiten, y una vez que te levantes y puedas pensar con calma, no será tan difícil saber quién merece la pena, quién te hace cada día un poco más llevadero, te saca una sonrisa cuando estás mal y sabe ver que estás triste aunque creas que no se te nota. Eso y muchas otras cosas, porque la amistad es algo tan amplio, tan amplio, que muchas páginas de éstas iba a necesitar yo para hablar bien de ella.

Por mi parte, poco más. Espero que os resulte interesante mi visión de la amistad, y cualquier opinión que tengáis sobre todo este tema, me encantaría que la compartiérais. Pronto haré una entrada acerca de un libro que he leído hace nada, así que nos leemos en breve. Y...¡¡muchas gracias por hacer que esto haya llegado a las 500 visitas!! Es poco, pero no hace ni 1 mes que empecé, así que es muy importante. Un beso muy grande y...
Soñad :)