domingo, 5 de mayo de 2013

Dos chicos

Llevaban meses hablando, pero ninguno era consciente de lo que estaban creando.

Todo empezó un día que caminaban solos, al rozarse las manos. Al momento las apartaron.

Volvieron a estar a solas, y volvieron a rozarse las manos. Esta vez más tarde las retiraron.

Cuando por tercera vez sus manos se tocaron, esa vez no se molestaron, ninguno de ellos, no las quitaron.

Lo que ocurrió la cuarta vez, para el atónito palpitar del corazón de ambos, fue que el roce aumentaron.

Para la quinta vez, los dedos se entrelazaron, los 'te quiero' a los ojos afloraron: el azul de los del uno, el marrón de los del otro, los colores ya no importaron; porque no eran dos, sino uno.
Y se deshicieron las palomas a su alrededor, los colores se secaron; los pisos derrumbados, desaparecido todo ser humano; el azul del cielo ya no se distinguía del de sus ojos, el hielo ahora era agua, la temperatura unos números, no más importantes aquellos que el reloj marcaba, que nada significaban.

Todo se había congelado, pero ya nada importaba: en ese entrelazar de manos, el principio de una larga historia se narraba.

sábado, 27 de abril de 2013

Página 13 - Extracto de 'El Eje Universal'


El Eje Universal de la Tierra de los Dragones

Fragmento del Capítulo V: Pesadilla

Mientras Evan volvía a dormir en paz tras pasar por una pesadilla, Leroy se despertó y relevó a Laila en su tarea de vigilancia.
-Tú descansa un poco, ya me encargo yo-la animó el muchacho.
-Intentaré dormir, aunque no prometo nada-contestó a modo de broma la joven.
Laila se acostó junto al resto del grupo y, aunque lo veía difícil, pronto cayó rendida al sueño. El cansancio había hecho su efecto. Stephanie sorprendió a Leroy mirándola con dulzura. Él acabó por percatarse de lo evidente que debía resultar para la mujer, y entonces dijo:
-Está tan bella dormida.
-Se nota que la quieres-observó Stephanie, que notó el cariño en la voz de Leroy.
Tras un breve silencio, él contestó:
-Más de lo que me hubiera podido imaginar jamás.

Reneé se decidió por Alan, que mantenía un sueño placentero y alejado de las pesadillas. No tendría ningún problema para convertirlo en el mayor de los infiernos. Se internó en su sueño y se encontró con Alan rodeado por dragones, muchos dragones. Quizá cientos de ellos. Eran de todos los tamaños y colores imaginables. Entonces, la malvada maga comprendió que Alan soñaba con ser el dueño de una enorme granja de dragones porque adoraba a esas criaturas aladas. De repente, supo la forma de hacerle daño: podía controlar a los dragones para que persiguieran a Alan y, cuando este tratara de escapar de ellos, crear un acantilado por el que pudiera caerse. Con los dragones no podría hacerle ningún daño, porque sólo los controlaría como si se trataran de una ilusión, pero una vez que Alan cayera por el precipicio, estaría muerto también en la realidad.
Se dispuso a poner en práctica sus maquinaciones, y los dragones empezaron a cambiar: dejaron de moverse repentinamente, cesaron cualquier actividad que estuvieran realizando y algo cambió en su mirada, que quedó vacía.
-¿Qué os pasa, porque no seguís volando y disfrutáis un poco más del campo?-preguntó Alan a sus dragones. Pero uno de ellos lo atacó de repente.
Logró esquivar el ataque porque venía de lejos, pero dos dragones más se le acercaron con la intención de golpearlo. Comprendió que algo extraño estaba pasando y huyó en dirección al acantilado que Reneé había creado, sin saber que era la muerte y no la salvación lo que le esperaba delante.
“Perfecto”, se dijo la maga, “todo está saliendo según mi plan. ¡Y ahora nadie podrá salvarlo!”.

Mientras Alan corría en sus sueños hacia una muerte segura, Leroy y Stephanie hablaban un poco sobre todo.
-Bueno, va siendo hora de que duermas un poco, ¿no crees?-dijo a modo de sugerencia el muchacho a la mujer.
-Quizás lleves razón: llevo toda la noche en vela. Creo que ahora sí me podré dormir-concedió la posadera-Y tú, ¿no deberías despertar a Alan y dormir un poco más?
Leroy echó un vistazo a Alan y, viendo lo plácidamente que dormía y sin poder advertir lo que ocurría en su pesadilla, se decidió por no despertarlo.
-Sólo quedan un par de horas: que las aproveche él-contestó el joven.
Stephanie se encogió de hombros y se unió al resto del grupo para dormir. Mientras Leroy pensaba en Laila, en sus poderes y en el viaje que estaban realizando, Alan se acercaba cada vez un poco más a la muerte.

Cuanto más corría Alan, más rápido volaban sus perseguidores alados. Empezaron a atacar con bolas de fuego, y las llamas inundaron el camino a ambos lados del chico, que temía por su vida como nunca antes lo había hecho. Entonces, avistó a lo lejos algo que lo dejó desolado.
Se trataba de un acantilado.
Un acantilado que pondría fin a su huida. Y a su vida, probablemente.
Primero pensó en dar repentinamente media vuelta y esquivar a las aladas criaturas, pero detrás de los que lo seguían de cerca había una horda de dragones que le cortarían el paso, ya que no dejaban ningún punto ciego por el que pasar. Sin ninguna otra opción, siguió corriendo hacia delante, viendo como el camino se iba estrechando cada vez más y desapareciendo a derecha e izquierda, dejando sólo un mortífero acantilado delante de él.
Los dragones se pararon cuando lo tuvieron acorralado, y Alan empezó a caminar hasta el borde del acantilado, atisbando un lejano suelo que estaba a punto de convertirse en su tumba.
En ese mismo momento, uno de los dragones escupió una gigantesca bola de fuego que le pasó de cerca, y un insoportable calor lo invadió. Reneé no podía quemarlo de verdad, pero si podía crear la ilusión de que la bola de fuego ardía realmente y había calentado el ambiente. Con intención de que Alan se precipitara al vacío, la hechicera hizo colocarse a uno de los dragones frente al joven, y le lanzó una enorme aglomeración ígnea en forma de bola.
Alan, sin más remedio, saltó del acantilado para evitar el impacto del fuego. Cerró los ojos mientras sentía el cortante aire pasando por su cara, por todo su cuerpo. Se le derramaron algunas lágrimas mientras se producía la mortal caída. Todo había llegado a su fin.

martes, 23 de abril de 2013

Página 12

De qué es leer y cómo viajar a otros mundos (parte II)

Aprovechando que hoy es San Jordi, el Día Internacional del Libro, voy a continuar con una de mis primeras entradas. Y cómo no, una página de este 'diario' escrita hoy, de libros tenía que tratar. Es tradición regalar un libro este día, pero ya que eso no va a ser posible a estas horas...¿qué tal si al menos os regalo unas líneas originales mías?

Cuando leemos, ocurre lo mismo que cuando escuchamos música: nos olvidamos del mundo que nos rodea durante unos minutos (o más que minutos, si nuestra ajetreada vida nos lo permite y el libro nos incita a ello), construimos alrededor nuestro el paisaje que se nos va describiendo, la ambientación más en general, los personajes... Todo al que le guste la lectura (y apuesto a que, si estás aquí, es porque te gusta) me entenderá si hablo de esas ganas de devorar, esa fuerza que te empuja a quedarte despierto un 'ratito' más, a salir de casa un poco más tarde, a dejar ese juego para mañana, todo con tal de saber algo más, probablemente algo sin lo que no puedes irte a hacer otra cosa tranquilo. Yo mismo no soy de los que devoran cada libro que tocan (para empezar, porque no suelo tener tiempo para hacerlo), pero con Los juegos del hambre no hubo impedimento alguno capaz de pararme, ni mucho menos el sueño. Creo que todos tenemos ese libro (o libros) que nunca olvidaremos, y que sabemos que vamos a volver a leer (y más de una vez) a lo largo de muchos años; bueno, o lo tenemos o estamos por encontrarlo. 

El caso es que darle tiempo a la lectura es invertir en muchas cosas: relajarte, conocer palabras nuevo, enamorarte de algún que otro personaje (véase Peeta en Los juegos del hambre), inspirarte...éstas son solo algunas de las consecuencias que tiene leer. Y es que es un placer, después de un día agotador, tener un rato para dedicárselo a tu libro. Y digo 'tu libro' porque haces cada libro, cada historia, cada protagonista, cada personaje y cada hecho completamente tuyos, dándole forma en tu mente con las herramientas que el escritor ha puesto en tu mano.

Y vosotros, ¿cómo empezasteis a leer? Por mi parte, tengo un precioso recuerdo de cómo mi madre y yo leíamos cada noche en mi cama un par de cuentos de un libro realmente grueso, pero también lleno de dibujos. Y debía de tener unos 3 o 4 años. Aunque claro, leía con ayuda...hasta que empecé a enamorarme de los libros por mí mismo. Y eso es algo que, si algún día tengo hijos, pienso mostrarles: el amor por un buen libro.

Poco más queda por decir acerca de esto. No me puedo despedir sin agradeceros vuestro apoyo...¡el blog se acerca cada vez más a las 1.000 visitas! También quiero decir que pronto subiré una nueva entrada con un par de páginas de mi libro, así que no perdáis de vista el blog...
                            

...¡y soñad!

lunes, 15 de abril de 2013

Página 11

De Eurovisión

¡Buenas a todos! Llevo un par de semanas muy liado, pero por fin vuelvo a encontrar el tiempo para escribir por aquí, y ya tenía ganas. Para esta entrada, escojo un tema un poco diferente a los anteriores. Hasta ahora había hablado del amor, la amistad y otros temas profundos de la vida en general. Pero hoy empezaré a tratar otras cosas, digamos, más 'de actualidad' (atentos, ¡ahí sale mi vena de periodista!). Y mientras leía un artículo del tema por internet, a falta de prácticamente 1 mes para Eurovisión, he pensado que éste es un buen tema.

El Festival de la Canción de Eurovisión (Eurovision Song Contest) existe desde 1956, y España solo lo ha ganado dos veces: en 1968 (con el La la la de Massiel), y el 1969, cuando hubo un empate a la cabeza de la tabla de votaciones entre cuatro países, y como no debían tener nada por el estilo previsto, tuvieron la súper genuina idea de nombrar a los cuatro ganadores (sonido de aplausos a la ingeniosa solución). Pero más que hablar de la historia del Festival, voy a centrarme en los últimos años del mismo, y en por qué España queda en los puestos en los que queda. Espero que unos cuantos años de experiencia con él me ayuden a explicar cosas que no suelen estar muy claras.

Para meternos en materia, tengo que desmontar eso de 'los del este siempre ganan'. No hay más que ver que los ganadores de los últimos años han sido de lo más variopintos: Suecia, Azerbaiyán, Alemania, Noruega, Rusia, Serbia, Finlandia, Grecia... (en orden cronológico inverso, del 2012 al 2005). ¿Que algunos países del este se votan entre sí? Pues vale. Igual que sabemos que Portugal y Andorra seguramente nos vayan a dar los 12 puntos (si participan, cosa que no pasa este año...por desgracia). Pero no solo de puntos de los vecinos se vive. Por supuesto que hay favoritismos muchas veces en Eurovisión, pero simplificar y decir que 'eso es todo política' es tontería; vamos, si no tienes ni idea de qué va la cosa y no te gusta Eurovisión, puedes pensar eso. No es que el sistema de votos sea justo, pero es un entramado de factores tan interesantes como variables.

¿Puede ganar España el Festival? La respuesta es: Eurovisión es algo muuuy imprevisible. El año pasado estaba bastante claro que Loreen con su Euphoria iba a llevarse el triunfo a Suecia, pero por ejemplo, no muchos daban a la alemana por ganadora en 2010. 
¿Qué te hace ganar Eurovisión? Son muchas cosas las que entran en juego aquí. Para empezar, tener vecinos que te den 12 puntos ayuda, pero ni de lejos lo es todo. La canción que lleves influye, lo mismo que el intérprete. Si quieres ganar, es buena idea llevarla en inglés, si bien yo defiendo que países como el nuestro, Francia o Italia (con idiomas preciosos) defiendan un tema en su propia lengua, y ya en 2007 Serbia ganó con una canción en el idioma nacional. Luego está la puesta en escena: si la actuación entra por los ojos, más gente se va a acordar de ti en las votaciones, y España no suele destacar en esto. 

Una cosa que sí está haciendo bien nuestro país es enviar canciones más bien pop, porque de repente se lleva enviar temas dance a Eurovisión. Y esto tiene que ver con la bajada de nivel que está teniendo el concurso últimamente; que Loreen llevara un pedazo de canción de ese género no significa que todo el dance sea bueno, ni que vaya a volver a ganar un tema del estilo. 
Son tantas las cosas que da para comentar este tema, que ya seguiré en otra entrada cuando se acerque el Festival (Semifinales: 14 y 16 de mayo / Final: 18 de mayo), hablando de para qué sirve y también de la edición de este año. Pronto me tendréis por aquí, volviendo a mi estilo más literario y escribiendo como hoy también, con un estilo más periodístico. Mientras falte, sabed que estoy trabajando en un nuevo libro con toda mi ilusión, y espero que ese proyecto salga genial y lo pueda compartir con vosotros pronto. Os dejo con una de las mejores actuaciones de Eurovisión (simple, efectista y fuerte).
¡Sonreid! Y nunca, nunca, dejéis de luchar por cumplir vuestros sueños :)

domingo, 31 de marzo de 2013

Página 10

De qué hacer cuando te rompen el corazón

Creo que la mayoría hemos pasado por algo así, y sabemos lo poco agradable que es. Lo primero que tenemos que hacer es tener las cosas claras, pensar si merece la pena luchar más; una vez que sepamos eso, si por desgracia la respuesta es 'mejor dejo de luchar y de hacerme más daño'...pues no tienes más que seguir leyendo.


Una de las cosas más importantes es saber cuándo hay que estar solo y cuándo no. Quiero decir, es perfectamente comprensible querer pasar algún tiempo solo y enfrentarte a tu propia manera a algo así de doloroso, pero también hay momentos en que los amigos ayudan como nadie. O bien porque son los mejores psicólogos, o bien porque son los mejores magos: hacen que durante unas cuantas horas tus problemas desaparezcan de tu cabeza por completo. Por supuesto, al principio pensarás más de lo que deberías en ello, pero eso es normal. También lo es hablarlo con tu mejor amigo, quizás con tu madre, o con quien te apetezca hacerlo. El caso es elegir pocos confidentes, y elegirlos bien. Alguien que, aunque vayas a 'desnudarte' al hablar en un momento de fragilidad, sea una tumba y sepa entenderte como si fuera a él a quien le hubieran partido el corazón.


El contacto humano es de lo más importante. Pero, ¿dónde te refugias tú solo? Pues eso es lo bueno, las opciones son muchas. Porque una canción te puede levantar el ánimo en más situaciones tristes de las que piensas. La música amansa a las fieras, sí, pero también duerme tus demonios, despierta los duendes que llevas dentro y te llena de vida. Da igual que sea una canción de amor con la que nos identifiquemos totalmente (soltar unas lágrimas de vez en cuando no hace ningún daño) o una de lo más animada, que nos transmita su ritmo y lo convierta de paso en nuestro estado de ánimo. 


Lo mismo pasa con un buen libro, de cuyos personajes podemos caer completamente enamorados y cuyas historias nos pueden alejar de la propia. O con una película (¿quién no ha salido alguna vez del cine, o del salón de casa, o de su portátil, con ganas de parecerse al protagonista de alguna película que le haya llegado a los más profundo?) o una serie (que nos permiten ver cómo sus personajes evolucionan, y, a veces, sufren como nosotros, con lo que nos podemos identificar con ellos). Escribir es otra buena vía de escape, así como el deporte: después de un buen partido de baloncesto o una hora de bicicleta, uno se da una buena ducha y parece una persona nueva. Hasta se piensa con más claridad.

Lo dicho, opciones hay muchas. Y nuestras fuerzas y debilidades están en nosotros mismos. Porque a veces somos nuestro peor enemigo, pero también podemos ser lo contrario. Cada uno es lo fuerte que quiere, dentro de que en la vida a todos nos van a pasar cosas buenas y cosas malas. Y yo sé que tengo unos lectores más fuertes que una piedra, así que...¡no me decepcionéis...!


¡...y soñad!




martes, 19 de marzo de 2013

Página 9 - Divergente, de Veronica Roth

Estados Unidos. Un futuro lejano. La ciudad en la que vive Beatrice Prior está dividida en cinco distritos: osadía, erudición, cordialidad, abnegación y verdad; respectivamente, los valientes, los inteligentes, los pacíficos, los altruistas y los sinceros. Beatrice es una joven de dieciséis años de abnegación, simplemente porque sus padres viven allí, donde ella y su hermano nacieron. Sin embargo, rodeada de abnegados que parecen serlo por naturaleza, ella no termina de encajar en un mundo tan amable y falto de carácter.

Cuando los jóvenes de cada facción llegan a la edad que tienen tanto Beatrice como su hermano Caleb (con el que solo se lleva nueve meses), tienen que acudir a la Prueba de aptitud, donde pasan a través de una simulación que les dirá a que facción deberían ir. Pero quienes toman la decisión final son ellos: quedarse en su facción, teniendo que vivir el resto de sus vidas bajo los principios de la misma y en el seno familiar, o cambiar de facción, lo que no solo supone un nuevo mundo, sino que también significa perder a tu familia y amigos para siempre. 

'La facción antes que la sangre' y 'una elección puede transformarte' son dos de los lemas de esta obra, y logran representarla perfectamente. Después de la elección de una facción (no me permitiría nunca desvelar nada importante, porque odio que me revienten un libro/serie/lo que sea), Beatrice conocerá a Cuatro, instructor para su iniciación, y desde ese momento se desatarán una serie de acontecimientos que nos mantendrán atrapados y nos harán no parar de leer hasta llegar a la segunda entrega de la saga, Insurgente, a la espera de una tercera.

Mi opinión es que, si te has leído Los juegos del hambre y te han gustado, este libro también lo hará. El estilo es similar, pero es una historia llena de matices. Unos matices particulares, únicos, que lo diferencian de las novelas de Suzanne Collins. No puedo compararlas, porque la aventura que protagonizan Katniss y Peeta constituye mi libro y saga favoritos, pero Divergente tiene personalidad, tiene una historia para hacerte pensar, tiene realismo (dentro de una sociedad distópica del futuro), tiene amor, tiene acción...en pocas palabras: lo tiene casi todo para darle el éxito a su debutante escritora.

Por mi parte, poco más. Deciros que leáis mucho, siempre que podáis (no paséis ni un día sin un libro entre manos, aunque no le podáis dedicar medio día), y os dejo ya con la canción de esta entrada, que además, le pega mucho a la saga Divergente. Hasta que nos leamos otra vez...


...¡soñad! :)

domingo, 10 de marzo de 2013

Página 8

Del amor y de saber cuándo merece la pena

Vivimos una época en la que se ha perdido muchísimo el romanticismo. Salir a ligar sabiendo que si no llevas las expectativas altas vas a 'pillar', besar al primero que se deje sin pensar que un beso sí que significa algo, tener que encontrar a alguien sin ni siquiera pararnos a preguntarnos '¿realmente lo necesito?'...Creo que todo esto merece la pena explicarlo un poco mejor, y de eso va a ir la página de esta semana. 

Algunas veces es porque los amigos a nuestro alrededor encuentran alguien con quien estar (hablando en sentido amoroso), otras simplemente por necesidades. Pero, ¿siempre nos hace bien tener pareja? Yo digo que si tienes novio o novia, tiene que ser para estar mejor de lo que estarías sin él o sin ella. Es una parte de la vida; una parte importante, pero no la única, y menos a ciertas edades (aunque otras cosas como los amigos han tenido siempre importancia, la tienen ahora y la seguirán teniendo). El amor es algo genial, y precisamente por eso, creo que habría que saber ver cuándo realmente sentimos algo así.

¿Cómo saber que merece la pena? Es muy simple: empiezas sintiendo ese cosquilleo tonto y te das cuenta de que te gusta; una vez que conoces a esa persona, la sensación sigue; y si todo sigue adelante y queréis salir, cada noche te acuestas un poquito más feliz, y por la mañanas te levantas con más ganas. Cuando conoces a alguien muy bien, lo que suele pasar en una relación, vas a encontrar cosas que te gusten más y cosas que te gusten menos, pero si por la noche te vas a dormir contento, con una sonrisa tonta al recordarle, está bien. Ahora, si una relación no te da más que peleas, dolores de cabeza, complicaciones, celos, amigos perdidos...y tristeza en general, deberías empezar a pensar si tú eres feliz con ella, y replantearte las cosas.

Todo esto me viene a la mente porque creo que, aunque todos tengamos momentos en los que necesitamos a alguien abrazándonos y diciéndonos 'te quiero', he visto con mis propios ojos que es mejor ser fuerte y saber esperar aquello que nos merecemos, en lugar de echarnos novio o novia porque sí, para 'salir del paso', aunque creamos desde el principio que no es algo que nos vaya a llevar a ningún sitio. Espero no haberme expresado mal: si tienes esa sensación, esa especie de intuición que te dice 'lánzate', ¡hazlo! Y si crees que debes conocer a una persona antes de nada, o simplemente darle una oportunidad, haz lo que te digan el corazón y el instinto (sin olvidarte de escuchar al cerebro de vez en cuando, tomando sus útiles consejos pero sin dejar que te saboteen los nervios ni nada por el estilo). El caso es que, cuando encuentres a la persona adecuada para ti, volverá a recorrerte el cuerpo esa sensación que seguro que ya conoces (como una descarga de electricidad que te recorre el cuerpo, te pone nervioso y al mismo tiempo de hacer estar más a gusto y sentirte con más ganas de comerte el mundo), y el día que se la despiertes tú mismo a esa persona, te alegrarás de haber esperado a que pasara el tren adecuado.
Por hoy nada más: no odies nunca, ama siempre que puedas, y sigue leyéndome ;) 

                                                                        
¡Soñad!

domingo, 3 de marzo de 2013

Página 7

De la amistad y todos sus mundos

Amigos. Conocer gente, tener más o menos relación con esa gente, intimar con algunos, ir ganando confianza, que unos cuantos se vayan, otros se queden, e incluso que un grupo muy pequeño se convierta en parte fundamental de tu día a día: todo es parte de nuestra vida. Muy pocas veces confiamos tanto en otro como para contárselo absolutamente todo, no tener secretos; pero si hay alguien con quien podamos tener una relación así, una de dos: o es tu novio o novia, o es tu amigo. Y como por Occidente eso de la poligamia no se lleva mucho, es muy importante cuidar a todos y cada uno de los amigos con los que sentimos que podemos ser nosotros mismo al cien por cien, con los que nos podemos 'desnudar' sin miedo a que nos juzguen por lo que vean.

Pero la amistad, a la vez que es tan importante, es complicada. La mayoría hemos pasado por alguna pelea, y si no, por la pérdida de un amigo, ya sea por cualquier motivo que conozcamos, o quizás sin ninguna razón en particular, simplemente con el paso del tiempo. Pero con los años he aprendido una cosa: los amigos que lo son de verdad, y que realmente tienen que estar ahí contigo, van a acabar estando a tu lado, dé las vueltas que dé la vida. O al menos así me ha pasado a mí. Por el camino también he perdido algún que otro amigo que era importantísimo para mí, pero eso no quiere decir que fuera mejor o peor que otros: yo elijo quedarme con las cosas buenas, lo que me ha aportado esa amistad. Hacer otra cosa, además de poco inteligente, sería como insultar lo bueno que me ha dado esa relación.

Y es que, al fin y al cabo, la amistad es como cualquier otra relación: por un lado tú le entregas al otro una parte de ti, recibe algo bueno, y por otro tú también recibes cosas de él. No es nada egoísta, es simplemente lo bueno de la amistad, lo que le da sentido: que las dos personas que la forman son felices con ella. El amor no es tan distinto de esto, yo diría que incluso solo hay un escalón entre ellos; un escalón alto y que cambia muchas cosas, pero solamente uno. Digamos que, según lo veo, tener un novio sería como tener un amigo al que quieres de una forma un poco distinta, con el que puedes ser tú sin ningún miedo y que además de parecerte que está bueno o atraerte (que esto último también puede pasarte con un amigo), despierta en ti unas incontrolables ganas de pasarte toda la noche abrazado a él (y otras cosas que no procede que yo las mencione aquí, que la imaginación de cada uno vuele). Eso sí, un consejo que parece obvio, pero es de verdad para tenerlo en cuenta: nunca mezcléis amor y amistad.

Con las cosas más importantes de nuestra vida es normal que suframos, y la amistad tampoco está exenta de malos ratos. Pero los amigos de verdad van a estar ahí cuando te vayas a caer, igualmente que tú vas a estar para ellos cuando más te necesiten, y una vez que te levantes y puedas pensar con calma, no será tan difícil saber quién merece la pena, quién te hace cada día un poco más llevadero, te saca una sonrisa cuando estás mal y sabe ver que estás triste aunque creas que no se te nota. Eso y muchas otras cosas, porque la amistad es algo tan amplio, tan amplio, que muchas páginas de éstas iba a necesitar yo para hablar bien de ella.

Por mi parte, poco más. Espero que os resulte interesante mi visión de la amistad, y cualquier opinión que tengáis sobre todo este tema, me encantaría que la compartiérais. Pronto haré una entrada acerca de un libro que he leído hace nada, así que nos leemos en breve. Y...¡¡muchas gracias por hacer que esto haya llegado a las 500 visitas!! Es poco, pero no hace ni 1 mes que empecé, así que es muy importante. Un beso muy grande y...
Soñad :)





domingo, 24 de febrero de 2013

Página 6 - Los juegos del hambre

Ésta va a ser la primera de las páginas que voy a dedicar a hablaros de los libros, series, películas, videojuegos y grupos que me han llegado a enamorar y que de verdad quiero compartir con vosotros. Intentaré que sean un poco más breves que las páginas normales, y sobre todo, centrarme en el tema que trate. Hoy, como dice el título, la trilogía de libros de Suzanne Collins llamada Los juegos del hambre.

Vivimos en una sociedad muy distinta a la de hoy, en lo que un día fue Norteamérica. El país, llamado Panem, se divide en 12 distritos, a cada cual más pobre, mientras que los poderosos viven en lo que se conoce como El Capitolio. Ahora bien, la clave y centro mismo de los libros son los Juegos del Hambre: se trata de una competición anual en la que 24 jóvenes (un chico y una chica de entre 12 y 18 años escogidos al azar en cada distrito) se tienen que enfrentar a muerte en un gran escenario (un bosque, una isla, una ciudad...), de forma que tan sólo el último que quede en pie saldrá vivo, siendo proclamado ganador y convirtiéndose en una especie de leyenda. 

No voy a entrar en detalles del argumento, que a través de los personajes y la propia anatomía de esta sociedad y de sus Juegos nos mete en las páginas del libro como el de pocas novelas saben hacer. Suzanne Collins ha escrito el que hasta ahora es el mejor libro que he leído en mi vida (hablo del primero, aunque En llamas en llamas no se queda atrás, para nada, y Sinsajo sigue siendo muy bueno, eso sí, con algunos 'peros' al desarrollo de la historia). Todos y cada uno de los personajes, además de tener una personalidad que te harán quererlos, detestarlos o incluso enamorarte de ellos (Peeta), juegan un papel en el libro sin el que esta historia no sería lo mismo. Katniss Everdeen es la protagonista indiscutible (además de la narradora en presente y primera persona), y es un personaje tan humano que es fácil ponerte en su lugar y sentir su angustia, su amor, sus miedos...; Peeta Mellark es mi amor platónico, y probablemente mi personaje de ficción favorito, y no os puedo hablar mucho más de él porque si empezara no pararía, y no quiero desvelar nada importante del argumento; Effie, Cinna, el presidente Snow, Prim, y más allá de la primera parte, Finnick, Johanna, Coin...Todos contribuyen a crear lo que es una novela mágica y a la vez realista, adictiva como pocas.

Justo arriba os dejo el trailer de la película (muy recomendable, aunque como es típico deje atrás cosas importantes del libro y no llegue a su nivel), por si no la habéis visto o no os importa ponerle cara a los protagonistas. Que, contando con que un gran actor como Josh Hutcherson (a quien conocí siendo ambos críos en 'Un puente hacia Terabithia') da vida a un personaje perfecto como lo es Peeta Mellark, también os recomiendo que no os la perdáis.
En fin, gracias por estar ahí, y si hay cualquier película/tema/cosa en general de la que queráis que hable, nada más que me lo hagáis saber. Vosotros le dais vida a este Blog :)
¡Soñad!

martes, 19 de febrero de 2013

Página 5

De nuestra primera vez...

...yendo a clase. Sí, el título era más bien para llamar la atención, y ahora que la he captado un momento, sigo con el tema real. En esta página de nuestro 'diario' particular voy a hablaros de lo que suele representar un primer día de clase para cualquiera y, cómo no, de la forma en que yo vivo estas cosas.

El primer día. Lo venimos viviendo desde que teníamos menos de tres años, cuando nuestros padres nos acompañaban a la guardería y, probablemente, tuvieron más de una dificultad al esperar que los dejáramos marchar sin más. Ironías de la vida, ahora somos nosotros quienes se marchan por su propios pie y ellos a los que les cuesta un poquito más vernos ir. También el colegio estaba plagado de primeros días, y rara es la persona que al principio de cada trimestre no pasaba una noche de todo menos reparadora, justo el día antes de comenzar las clases: ya fueran los nervios, la costumbre de acostarnos más tarde que durante el curso o cualquier otra cosa, al día siguiente no era fácil encontrar mucha gente que hubiera dormido a pierna suelta.

Pero eso no se limita al colegio. El instituto (hace no mucho), ahora la universidad y, más pronto de lo que me parece en estos mismos instantes, el trabajo, sea donde y cuando sea, también van a tener que empezar con un primer día único y particular. La vida avanza, crecemos, y muchas veces no perdemos ese gusanillo, ese 'nosequé' que nos mantiene despiertos más tiempo del que deberíamos estarlo (si queremos dormir el tiempo suficiente como para no babear sobre apuntes o libros, claro).

En cuanto a mí, era, soy y seré uno de tantos que no saben encontrar el sueño el día antes ya no solo de un 'primer día', sino de cualquier cosa importante, como Selectividad (de la que probablemente hable pronto, ya que la tengo reciente y hay algunos de mis mejores amigos no muy lejos de enfrentarla) o el primer viaje en el que te vas a montar en un avión. Esta última una experiencia que, por cierto, me encantó. Volviendo al tema de los primeros días, no hay que  forzarse a dormir si nuestro cuerpo y nuestra mente no quieren. Básicamente, porque no sirve de nada. Relajarnos con unos minutos de radio, un libro, hablando con un amigo, o con lo que quiera que se nos ocurra, es mejor que agarrar la almohada como si quisiéramos estrangularla más que convertirla en nuestra compañera de cama. Así lo veo yo, que al fin y al cabo encontré mi corto favorito ('Crush', del año 2000, del que os hablaré más pronto de lo que pensáis) a las 11 de la noche anterior a mis tres primeros exámenes de Selectividad. Y para ser sincero, si eso me influyó en los exámenes del día siguiente, dormir mucho no es completamente necesario para afrontar un examen en condiciones. Pero sí recomendable.

En fin, muchas gracias una entrada más por estar ahí, y especialmente os lo agradezco a todos aquellos que me habéis dicho que os gusta mi forma de escribir. Gracias a vosotros sigo trabajando en un sueño como éste. Muy pronto escribiré una página hablando de mi libro favorito (o la saga entera, ya veremos), y después, más con temas que espero que os interesen, como los que he mencionado hoy y muchos otros. El amor y el romanticismo entre ellos, cómo no. Eso siempre. Mientras tanto, hagáis lo que hagáis, disfrutad.

Soñad :)

martes, 12 de febrero de 2013

Página 4 - Fragmento de mi libro


El eje universal del la tierra de los dragones

Fragmento del Capítulo III: Oscuridad interior, oscuridad exterior

Stephanie salió corriendo por el pasadizo como si la vida le fuera en ello y, si no se equivocaba, así era. Fue precisamente esa prisa la que hizo que acabase cayéndose a mitad del camino. Se levantó tan deprisa como pudo, pero sintió un dolor intenso en el pie. Se lo tocó y, por el pinchazo de dolor que recorrió su cuerpo, supo que se había roto el tobillo. “¡¡Mierda!!”, se dijo, consciente de que una torpe caída podía costarle la vida. Siguió andando a duras penas, apoyándose sobre todo en el pie sano, pero fue cuestión de segundos que los caballeros oscuros la alcanzasen.
Cuando los vio, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo: sabía que estaba apunto de morir.

Los hermanos Mason se acercaron a la posada al ver cómo todos los caballeros de armadura negra entraban en ella.
-Esa explosión… ¿crees que habrá sido ella?-preguntó Evan a su hermano.
-Eso parece. ¡Tenemos que hacer algo!-dijo Alan, sin saber muy bien qué podían hacer ellos dos contra un numeroso grupo de soldados armados.

Stephanie era una superviviente, y no estaba dispuesta a dejarse matar sin más. En un alarde de ingenio, recurrió a sus poderes para crear un llama y lanzarla justo al espacio que la separaba de sus perseguidores. Pero no controlaba la magia lo suficiente, y el fuego resultó demasiado pequeño como para actuar de barrera entre los caballeros oscuros y ella. Algunos de ellos se rieron, mientras avanzaban espada en mano para eliminarla y hacerse con la piedra de su colgante.
Pero el colgante empezó a brillar, de una forma mucho más intensa que cuando lo hizo mientras Stephanie estaba escondida en el armario. Con la fuertes radiaciones rojas de la piedra, el fuego se hizo más grande es cuestión de décimas de segundo. Tan grande que no sólo sirvió para separarlos, sino que también hizo que los caballeros, que empezaban a ser engullidos por las llamas, retrocedieran. Stephanie vio como se empezaban a quitar sus armaduras en llamas, pero, por instinto de supervivencia, inmediatamente se dio la vuelta y se dispuso a escapar, es busca del fin de aquel pasadizo que había estado apunto de convertirse en su tumba.

Algo extraño había pasado, porque, cuando Alan y Evan se acercaron a la posada, los caballeros empezaron a salir de ella atropelladamente, obligándolos a esconderse de nuevo. Se situaron alrededor de ella y empezaron a buscar algo en el suelo. Antes de que pudieran preguntarse en voz alta qué estaba pasando, dos manos tocaron repentinamente los hombros de los hermanos.
-No gritéis-susurró la posadera.
-¡Stephanie!-se alegró Evan.
-Shhh. No deben oírnos-le regañó la mujer.
-Me alegro muchísimo de verte de nuevo-dijo Alan, sonriente.
-Y yo de veros a vosotros, pequeñajos-respondió en tono amistoso Stephanie, con su alegría característica-Pero ahora no hay tiempo. Tenemos que irnos de aquí. He salido por un pasadizo que daba al bosque, y pronto empezarán a buscar la trampilla por aquí.
-Tenemos a Sarah en las afueras, vamos-sugirió Alan.
Cinco minutos después, los tres se alejaban del lugar a lomos de la dragona. No tenían un destino concreto; sólo querían alejarse de aquellos que querían matarlos y volver a sentirse a salvo por un instante.
Por desgracia, no volverían a estar a salvo en mucho tiempo.

Página 4

De qué es amar y cómo lidiar con los sentimientos

Lo primero que tengo que decir con respecto a esto es que habrá más entradas que hablarán del amor, que para algo es algo tan presente en nuestras vidas, e iré tratando los aspectos que me parezcan más importantes en cada momento (dicho de otra forma, lo que vaya teniendo en mi cabeza por cosas de la vida y demás).

Creo que todos hemos pasado por sentir algo especial por otra persona, y probablemente, también a todos nos ha pasado que la cosa o no ha acabado bien, o directamente no ha llegado a empezar. Lo primero que tenemos que saber es que, en la vida, las personas van y vienen. Y eso no ocurre porque sí. Cuando alguien pasa por tu vida, deja una huella, cambia algo en ti, y probablemente más una persona que te gusta o de quien te enamoras. Incluso alguien por quien has sentido algo muy intenso puede irse de tu vida con el tiempo; el caso no es echar la culpa a nadie, ni crear un drama. Cuando la gente entra o sale de tu vida, ni es mejor ni peor; algunos serán muy importantes y se quedarán muchos años, o para siempre. Pero con otros no será así. Y si realmente han valido la pena, no importa que os separéis, porque tú te quedarás con lo bueno, con lo que esa relación (ya no solo amorosa, sino también en cualquier amistad) te ha aportado para convertirte en la persona que eres hoy, con lo que te ha ayudado a crecer.

Pero centrándonos en el amor, los sentimientos tienden a ser mucho más intensos, magnificamos cualquier sensación hasta el punto de creer que nuestro mundo se acaba, que el suelo a nuestros pies se derrumba, y no van a quedarnos fuerzas para levantarnos de nuestra cama a la mañana siguiente. Pero ya he pasado por ese tipo de situación, y os puedo prometer una cosa: el sol va a seguir brillando mañana igual de fuerte, tengamos el corazón roto o como nuevo. Pasarlo lo vamos a pasar mal, porque el que no arriesga no gana. Y sinceramente, en un juego en el que no tienes realmente nada que perder, yo jugaría todas mis cartas. Hablando un poquito más claro: lanzaos, luchad, perseguid lo que vuestro corazón os dice. Las cosas también hay que pensarlas con la cabeza, pero os aseguro que, con ciertas locuras, cerebro y corazón se alían para hacer lo imposible real.

Perseguir nuestros sueños no es nada malo. Con lo años nos llevamos golpes, pero, al fin y al cabo, la experiencia lo que va a hacernos es madurar, aunque duela a veces. En algunos momentos, sufriremos realmente por darle una oportunidad al amor, o por perseguirlo. Pero, ¿qué tiene de mejor que no pase nada por no intentarlo, por no darte a ti mismo una oportunidad, frente a un 'otra vez será'? Podemos tomarnos las cosas como un rechazo o como una experiencia; la perspectiva y la decisión son nuestras.

En fin, muy pronto seguiré con más reflexiones (tanto amorosas como de otros temas) y compartiendo lo que me va pasando por dentro con vosotros. Una vez más, muchas gracias por leerme. Enseguida voy a hacer una nueva entrada con un fragmento de mi libro, y me encantaría que me dejarais vuestras opiniones. Me despido con unas líneas de Try, un tema del nuevo disco de P!nk:

Where there is desire there is gonna be a flame,
and where there is a flame someone's bound to get burned.
But just because it burns doesn't mean you're gonna die,
you gotta get up, and try, try, try...
Soñad 

jueves, 7 de febrero de 2013

Página 3

De qué es leer y cómo viajar a otros mundos

Para ser sincero, hay tantos libros de los que me gustaría hablaros que no me quedaría a gusto ni con cinco páginas de este 'diario', pero, para empezar, hoy voy a dedicar un ratito a la lectura más en general, y en próximas entradas os hablaré de libros (o incluso de algunos autores) en particular.

Para mí, leer es abrir una ventana para mirar a otro mundo, a un universo lejano (en el que nos sentimos cómodos, como en nuestro hogar) y totalmente diferente a aquel en el que vivimos. Porque ya podemos estar liadísimos (que ahora mismo es el caso), tristes, felices, ambas cosas (bipolares), con sueño...siempre apetece leer y encontramos un rato para hacerlo. Sea lo que sea lo que tengamos dando vueltas por nuestra cabeza, leer nos lleva a un lugar distinto, donde los problemas les ocurren a otros. Y no es que eso nos dé igual, porque acabamos enamorándonos de algunos personajes (y de sus historias) y sufriendo con ellos. Ese lugar al que nos llevan no solo está repleto de personas que nos van a despertar diversas sensaciones, sino que también desborda magia, una magia que te mantendrá enganchado a cada página, párrafo, frase y letra. 

Entre los libros que más me han marcado está mi saga favorita, Los juegos del hambre. Decir que me enamoré de Peeta Mellark ya con el primer libro es poco, pero esa historia es tan buena, logra ponerte el corazón en un puño tan fácilmente, que no es Peeta lo único que me enamoró de ella: también se quedaron con un pedazo de mi corazón o me sorprendieron Katniss, la protagonista-y narradora-, la terrible sociedad en que viven, la idea de Los juegos en sí, otros personajes (como Prim, Cinna o Finnick)...También merecen la pena de verdad Los pilares de la tierra (y en general todo lo que he leído de Ken Follet), la trilogía Millenium de Stieg Larsson, Los renglones torcidos de Dios (sobre una misteriosa mujer que ingresa en un manicomio para investigar una asesinato, Alice Gould, unos de mis personajes favoritos), todo lo escrito por Matilde Asensi, o Nunca olvides que te quiero, de Delphine Bertholon, que trata sobre el secuestro de una niña y me marcó muchísimo porque en parte está escrito como si fuera su diario. También tengo que mencionar The host, de Stephenie Meyer, autora de la saga Crepúsculo, de corte más adulto y que muy pronto va a tener adaptación al cine. 

En definitiva, hay tantos libros que han sido importantes para mí que no tendría mucho sentido querer 'apretarlos' todos en una sola entrada. Ya iré haciendo algunas individuales (un poco más breves que estas primeras) en las que os recomenadaré lo mejor que haya tenido la suerte de leer. Y en la próxima pondré un fragmento de mi libro (¡qué nervios! Espero que os guste, así que me pensaré bien cuál escoger).
Recuerda que leer es crear un mundo a tu alrededor, gracias a las palabras que alguien ha escrito, y si no lo haces, no tienes más que buscar el libro que te enganche y un poco de tu tiempo. Ya solamente decirte que me haces un favor enorme si compartes mi Blog, y agradecerte que me estés leyendo :) 
¡Soñad! 

jueves, 31 de enero de 2013

Página 2

De qué es ir a la Universidad...¡y mi primer examen! 

Como lo prometido es deuda, aquí me tenéis, en mitad de una lluvia de exámenes que caen sobre los universitarios como si de granizo se trataran, para compartir un poquito más de mi tiempo con vosotros. Y ya que estamos en este momento, aprovecho y hablo de lo obvio, lo que nos mantiene con una vida social reducida por unos días, merma nuestras horas de sueño y pone a pruebas nuestros nervios: la Universidad y sus exámenes.

Pero, ¿para qué voy a empezar por lo feo, pudiendo hablar primero de lo bueno? Y es que la Universidad ha sido para mí (y probablemente para más de uno de mis compañeros) una caja de sorpresas, que cada día me sorprendía con algo bueno. Clases interesantes (sí, ¡existen! Solo que son como los billetes de 500, difíciles de encontrar...), alguna profesora a la que se le coge cariño, otras a las que no tanto, una biblioteca entera a tu disposición solo por estudiar allí...aunque lo que más me ha sorprendido, de lejos, es la gente que me he encontrado allí. Y todo lo que me han ido aportando con el paso de los meses.

Siempre me ha gustado conocer gente nueva, abrir un poco mi mundo. Se puede decir que cada uno de nosotros es un mundo en sí, y cuando conectamos unos con otros, compartimos ese universo, nuestras perspectivas y lo que somos con otras personas. Y lo que me he encontrado en mi facultad no pasa en todas: personas de rincones de toda España con ganas de conocer gente, compartir sus vidas y llevarse un trocito de Granada con ellos a sus casas. Con más de una de esas personas he conectado en cuestión de días más de lo que he podido conectar con algunos amigos en años, y eso no me había pasado nunca antes. Por eso, y por todas las posibilidades que ofrece un nuevo día de clase, voy un poquito más contento por las mañanas a la Universidad. Ni madrugones ni carreras para no perder el autobús pueden con algo así.

Pero si todos estamos en la misma carrera, es porque hemos elegido estudiarla. Y estudiar parece ser sinónimo de exámenes, para bien o para mal. El miércoles pasado tuvo lugar mi primer examen como universitario, y aunque era de inglés, estudié mucho antes y me puse un poco nervioso. Se me hizo hasta raro, porque hasta entonces apenas había estudiado inglés (como mucho para Selectividad) o me había puesto nervioso por un examen de ningún idioma. El caso es que al final me salió muy bien, no sé si tan bien como querría (porque siempre me pongo unas expectativas altísimas), pero sí muy bien. 

Todos hemos pasado por exámenes que han tenido aterrorizada a media clase como si de Hitler o algo peor (si lo hay, que ahora no se me ocurre) se trataran, tanto en el colegio como en el instituto, y ahora también en la universidad. Y hemos podido comprender que ninguno de ellos ha sido el fin del mundo. Puedes suspender un examen en la ESO y salir de bachiller con media de 10, la cuestión es hasta dónde quieres o necesitas llegar. En cualquier caso, creo que a casi todos nos resulta estresante estar de exámenes. Ahora, después de la tormenta llega la calma, y vemos los resultados de nuestro esfuerzo, así que toca no desistir en aquello que queremos lograr. Al menos, algo sabemos: tiempo para que nuestros cerebros dejen de echar humo vamos a tener más tarde.

Éste es un tema interesante y no quiero enrollarme de más, porque mi idea era hacer un blog de entradas de menos de kilómetro y medio. 
Me despido recomendándoos que me leáis escuchando la música que voy a ir poniendo al final de las entradas :) ¡Y mucho ánimo a los que estéis de exámenes!





domingo, 27 de enero de 2013

Página 1 Anexo

De cómo vivir la vida

Una cosa queda muy clara conforme vas creciendo y ganando una poquita de perspectiva para mirar hacia el pasado: todos vamos a pasar momentos buenos y momentos malos en nuestra vida. Da igual lo que hagamos para evitarlo, todos tenemos que sufrir a veces, igual que todos tenemos que experimentar la felicidad. Sin esto último, ¿dónde estaría la gracia de esta función?

Música, amor, amistad, lectura, escribir, trabajar, ver series, videojuegos...¿qué tiene todo eso en común? Son algunos de los pilares sobre los que he ido construyendo mi vida. La verdad, no siempre ha sido así. Y cuando construyes tu vida en torno a una única cosa, si ese mismo pilar se derrumba, tu caes con él. Así de sencillo. Muchas veces tendemos a centrar nuestra vida en el amor, pero, ¿merece la pena jugar todas las cartas de nuestra felicidad a una única apuesta? ¿Nos ha pedido alguien apostar? ¿Estamos seguros de querer hacerlo?

Como he comentado, no siempre he tenido más de un pilar en mi vida. Y eso es malo. Caca. No se os ocurra. Porque cuando algo nos llega a importar mucho, tendemos a cegarnos y perder toda la perspectiva de nuestra vida. Hablando claro: no vemos ni nuestra propia casa, porque estamos tan pegados a la puerta que vemos una cosa de madera, y ni entendemos ni sabemos donde estamos ni nada. Cuando recobramos el sentido, nos echamos para atrás y nos sorprendemos: "Vaya, ¡si estaba en mi casa desde el principio!". Y cuando caes en la cuenta, recuperas la perspectiva y sabes que la vida no va a una sola carta.

En todo esto entra también mi visión del amor. Hay algo muy importante en nuestras vidas: el romanticismo. Nos gusta alguien, con el tiempo hasta nos llegamos a enamorar, sufrimos, experimentamos, aprendemos... Pero, ¿por qué limitar el amor a eso? Hay un momento para todo, y hoy se ha perdido todo el romanticismo. Cuando llega el amor, llega sin más. Y sabemos que es el momento. Pero, in the meanwhile, ¿por qué no ser feliz con lo que se tiene? ¿No puedes amar una tarde con tus amigos? Yo amo cuando conozco gente nueva, o cuando conecto enseguida con ella. Y amo lo que leo. Y las historias que invento. Y cuando logro darle forma a una, como con mi libro. Y cuando me cruzo un chico guapo por la calle, lo amo también. Y los ojos azules (bueno, y hasta algunos tipos de marrones). Y el pelo rubio. Y amo muchas de las cosas que hago. 
Mientras no haya ningún príncipe azul por los alrededores (o a mí no me apetezca ninguno), ¿no es eso ser feliz o tener suficiente?

Espero haberos transmitido con claridad esa serie de pensamientos, antiguamente maraña de ideas amorosas en mi mente, y estaría encantado de responder cualquier comentario al respecto. Muchísimas gracias por leerme.
Soñad :) 

Página 1

¡Muy buenas tardes/noches/(¿mañanas?)! 

Lo primero que quiero deciros (sí, sí, a vosotros dos, que mucha más gente leyéndome ahora mismo no hay...aún) es por qué voy a hacer este Blog, aunque de forma muy breve, ya que lo que interesa es el contenido, y no la divagación (o los delirios; o quizás sea eso precisamente lo interesante, quién sabe. Descubrámoslo juntos).

La verdad es que escribir me gusta desde antes de salir del útero de mi madre, parece que ya llevara un bolígrafo bajo el brazo *DRAMATIZACIÓN* Pero el caso es que ya en el colegio escribía bastante, y hasta poesía, aunque con el tiempo la cosa se orientó más hacia la narración. Y así, hace unos meses que terminé de escribir mi primer libro. Ya os hablaré de él (y pondré algunos fragmentos), así como del segundo, en el que estoy trabajando ahora. Pero mientras el tiempo me falte, voy a ir dando forma a esto, para poder ir creándome una identidad como escritor, pero, con todo lo que ofrece un Blog, al mismo tiempo expresarme, dar ideas, opiniones, teorías conspiratorias, contar experiencias, sensaciones, sentimientos, ilusiones, sueños...Y espero hacéroslos vivir a través de las palabras.

En cuanto al título, me inspiro en una canción bastante conocida de P!nk del mismo nombre (os recomiendo que la escuchéis si no la conocéis), pero aún más en todo lo que implica el mismo: esa posibilidad de luchar por nuestros sueños, que puede acabar abriendo una herida más y apagando esa llama que son nuestras ganas de luchar, o bien simplemente hacernos felices. Pero quién sabía...

Para que veáis que me entrego, os dejo aquí en unos minutos la segunda página de esta historia que espero que llegue a ser mi Blog. Intentaré hacer por lo menos un par de entradas semanales (más siempre que sea posible), y cuando vaya logrando algo de público, cumpliré con él sin falta. 

Ahora solo me queda preguntar: ¿te subes al tren? (Yo lo haría sin duda...¡aunque sea porque me gustan los trenes!).