martes, 23 de abril de 2013

Página 12

De qué es leer y cómo viajar a otros mundos (parte II)

Aprovechando que hoy es San Jordi, el Día Internacional del Libro, voy a continuar con una de mis primeras entradas. Y cómo no, una página de este 'diario' escrita hoy, de libros tenía que tratar. Es tradición regalar un libro este día, pero ya que eso no va a ser posible a estas horas...¿qué tal si al menos os regalo unas líneas originales mías?

Cuando leemos, ocurre lo mismo que cuando escuchamos música: nos olvidamos del mundo que nos rodea durante unos minutos (o más que minutos, si nuestra ajetreada vida nos lo permite y el libro nos incita a ello), construimos alrededor nuestro el paisaje que se nos va describiendo, la ambientación más en general, los personajes... Todo al que le guste la lectura (y apuesto a que, si estás aquí, es porque te gusta) me entenderá si hablo de esas ganas de devorar, esa fuerza que te empuja a quedarte despierto un 'ratito' más, a salir de casa un poco más tarde, a dejar ese juego para mañana, todo con tal de saber algo más, probablemente algo sin lo que no puedes irte a hacer otra cosa tranquilo. Yo mismo no soy de los que devoran cada libro que tocan (para empezar, porque no suelo tener tiempo para hacerlo), pero con Los juegos del hambre no hubo impedimento alguno capaz de pararme, ni mucho menos el sueño. Creo que todos tenemos ese libro (o libros) que nunca olvidaremos, y que sabemos que vamos a volver a leer (y más de una vez) a lo largo de muchos años; bueno, o lo tenemos o estamos por encontrarlo. 

El caso es que darle tiempo a la lectura es invertir en muchas cosas: relajarte, conocer palabras nuevo, enamorarte de algún que otro personaje (véase Peeta en Los juegos del hambre), inspirarte...éstas son solo algunas de las consecuencias que tiene leer. Y es que es un placer, después de un día agotador, tener un rato para dedicárselo a tu libro. Y digo 'tu libro' porque haces cada libro, cada historia, cada protagonista, cada personaje y cada hecho completamente tuyos, dándole forma en tu mente con las herramientas que el escritor ha puesto en tu mano.

Y vosotros, ¿cómo empezasteis a leer? Por mi parte, tengo un precioso recuerdo de cómo mi madre y yo leíamos cada noche en mi cama un par de cuentos de un libro realmente grueso, pero también lleno de dibujos. Y debía de tener unos 3 o 4 años. Aunque claro, leía con ayuda...hasta que empecé a enamorarme de los libros por mí mismo. Y eso es algo que, si algún día tengo hijos, pienso mostrarles: el amor por un buen libro.

Poco más queda por decir acerca de esto. No me puedo despedir sin agradeceros vuestro apoyo...¡el blog se acerca cada vez más a las 1.000 visitas! También quiero decir que pronto subiré una nueva entrada con un par de páginas de mi libro, así que no perdáis de vista el blog...
                            

...¡y soñad!

No hay comentarios:

Publicar un comentario